Prólogo de «Crónicas del hombre frío», de Pablo Barbieri y varios dibujantes – La Duendes

hombre fríoComparto en esta ocasión unos pasajes del prólogo que tuve el placer de escribir para el primer y excelente libro del guionista Pablo Barbieri, Crónicas del hombre frío, publicado en La Duendes en 2013 e ilustrado por diversos y magníficos dibujantes.

El espíritu que surgió del frío

En los últimos años, en nuestro país se han publicado varios libros de historieta (antologías o novelas gráficas) a cargo de un único guionista e ilustrados por diferentes artistas: La fábrica y Mi Buenos Aires querido, de Alejandro Farías; Días negros, de Damián Connelly; Mal tiempo, de Federico Grunauer. En esta misma tónica, llega el turno ahora de Crónicas del hombre frío, del guionista Pablo Barbieri, acompañado por una serie de dibujantes de diversa procedencia (geográfica y estética).

Muchos lectores recordarán a Barbieri por su épica Dallilah (con dibujos de Carpio Guerra), serializada en la revista Bastión, donde compartía cartel con Salvador Sanz y Mauro Mantella, entre otros nombres de la nueva historieta argentina. Barbieri también ha escrito guiones de dibujos animados para Disney Junior, colabora asiduamente con Alejandro Aguado de editorial La Duendes y en la actualidad realiza guiones para un diario de Venezuela y dos novelas gráficas con el editor Edixon Rodríguez. (…) 

cárcelA partir de una estructura narrativa cinematográfica de clímax inicial y flashback, pero sin olvidar que está haciendo historieta, Barbieri construye los avatares de Frank Frío con un doble marco: el relato-marco del prólogo y del epílogo y el marco contextual de la historia norteamericana. Ambientadas en su mayoría en los Estados Unidos (y una en Vietnam y otra en el Himalaya, aunque con espíritu navideño americano), estas Crónicas del hombre frío se sitúan temporalmente en los siglos XX y XXI y recorren –por medio de la ficción– sus carreteras y sus pueblos y sus ciudades, pero también la guerra y la mafia y la psicodelia. Frank Frío, representado con los rasgos del actor Lance Henriksen (Alien), parece por momentos la encarnación del espíritu del país del norte: duro, complejo, doloroso, contradictorio, terrible. No es casual, por eso, que Barbieri cuente las diversas experiencias de muerte (o con la Muerte) que vive el personaje y que constituyen el hilo conductor del libro. Aquí y allá, sin embargo, aparecen algunos rasgos de humor.

santuarioLa obra juega en el límite del concepto de “novela gráfica”, en tanto la trama se construye a través de breves relatos gráficos autoconclusivos, pero con un personaje y un tema comunes a todos ellos, procediendo a un tiempo por acumulación y por evolución. El mismo juego se da con los géneros abordados –policial negro, bélico, terror, fantástico, carcelario–, muchas veces amalgamados y tamizados no solo por la historia, sino también por el cine, la historieta adulta y la literatura norteamericanos (ecos del granjero William Faulkner suenan en “Santuario” y en otros episodios). Esa ambigüedad está ya en el título mismo, que desde el término “crónicas” parece romper con las expectativas novelescas, aunque sabemos estar atentos a su complejidad semántica gracias a la inolvidable Crónica de una muerte anunciada, de García Márquez.

En la faz gráfica, los dibujantes elegidos presentan estilos acordes con las historias que les toca contar, sin dejar de mostrar su forma personal de encarar la puesta en página, la interpretación del guión, la historieta en general. A algunos ya los conocemos y son consagrados; a otros los descubrimos aquí y habrá que seguirlos con mucha atención. Ellos son Juan Sáenz Valiente, Daniel Mendoza, Maximiliano Aquino-Ríos Blanco, Gastón Spur, NRG, Tomás Gimbernat, Nahuel Poggi y Carina Altonaga (Argentina); Henry Díaz y Camilo Triana (Colombia); Pablo Leirós Gómez (España); Edu Molina (México); Diego Rondón Almuelle (Perú); Edixon Rodríguez (Venezuela).

Más allá de la ubicación de estas historias fuera de nuestro contexto, o tal vez precisamente por eso, el lector encontrará en Crónicas del hombre frío esa fascinación tan propia de la historieta clásica argentina por la aventura en sus múltiples formas.   

 Hernán Martignone

El impecable libro, de 66 páginas, se consigue en internet y en las siguientes comiquerías:

Club del Cómic: Montevideo 255 (CABA)
Entelequia centro: Uruguay 341 (CABA)
Entelequia Belgrano: Juramento 2584 (CABA)
Espacio Moebius: Bulnes 658, Almagro (CABA)

CRUMB: Calle 56 nº 579 e/5 y 6 (La Plata)

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